domingo, 4 de diciembre de 2011

Caja sensorial I (my first Sensory tub!)

Últimamente y desde que estoy leyendo a Rebeca Wild, ha crecido en mi la idea de ampliar el entorno preparado en el que Nur pueda jugar aprendiendo y disfrutando dentro de nuestra propia casa. La manta mágica hace meses que se nos quedó pequeña ;-)
Nos quedan dos años antes de que vaya a la escuela, y muy suave y dulcemente el compromiso de acompañarla y enseñarla durante este tiempo ha ido penetrando en mí, y ahora me descubro entusiasmada, buscando información sobre la pedagogía Montessori (y sus materiales), el home schooling, y diversas actividades y manualidades para hacer en casa. Y me he alegrado la vista descubriendo muchos blogs muy inspiradores de mamás súper creativas que me están ayudando un montón a poner esto en marcha.
Hoy he hecho mi primera "caja sensorial".
Como no tengo ninguna caja de plástico todavía, he utilizado un barreño multiusos que teníamos por la casa:

En él, he puesto arroz blanco, palillos mondadientes, cacahuetes con cáscara, castañas, números de madera, unos collares y dos figuritas del principito ("¡néne!") que teníamos medio olvidadas en el fondo de sus cajas de juguetes.


Nur en seguida se ha acercado y llena de curiosidad ha metido su manita en el barreño, investigando cada cosita que había metida ahí, y posiblemente maquinando qué podría hacer con ello.


Entonces se me ha ocurrido otro juego (pasar objetos de un lugar a otro) y he añadido al cubo una cuchara y un vaso de plástico, y a falta de otro recipiente de otro tamaño, he puesto un camión al lado, y esto es lo que ha pasado:


Quizás tendría que haber esperado un rato más antes de dejarle el camión y dejar que Nur experimentara a gusto la caja sensorialmente, porque desde que ha descubierto que podía trasladar las cosas del barreño al camión, el arroz ha empezado a volar por toda la casa. Alex escandalizado, yo fingiendo tranquilidad, diciendole "luego pasamos la aspiradora y ya está"... pero ha llegado a haber tanto arroz que finalmente hemos decidido eliminar el arroz de la caja sensorial. En su lugar, he añadido 3 cubiletes de medir líquidos y un biberón para rellenar. A ver qué hace mañana con la caja, jeje, pues luego nos hemos ido al campo y ya no ha vuelto a jugar con ella.

Me siento feliz y muy ilusionada, me asalta el deseo de crear juguetes y juegos para ella, he cojido muchas ideas inspiradoras de otras mamis, otras hace días que revolotean por mi cabeza... 
Siento que con esto llega mi oportunidad para reconciliarme con aquel aspecto de lo femenino que simplemente "crea", sin  buscar la perfección, sin buscar la corrección, la forma ideal o la aprobación de los demás. Otra oportunidad que me da mi pequeña cría de ir más allá de mis limitaciones, de ponerme un poco más a su altura y descubrir un mundo nuevo lleno de magia, en el que lo sencillo, lo muy muy sencillo, nos llena los sentidos y nos alegra más la vida. 


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oye, qué bien se le ve. Me alegra ver su curiosidad.Ana y SOfía.

Noraya dijo...

A mí también! Ahora está desarrollando la motricidad fina, todas las cosas que puede hacer con sus manitas y deditos...
Me gustaría hacerle más cajas y sorpresas, poco a poco...
Un beso!

Publicar un comentario